Toulouse
En Toulouse, muchos puntos permiten tomar altura. Punto de partida de nuestro viaje, el Parque del Observatorio en la colina de Jolimont por la vista que ofrece sobre los tejados de Toulouse. Hay que subir al Obelisco para admirar la puesta de sol.
Pero la visita obligada para los tolosanos sigue siendo la colina de Pech-David para pasear en familia, hacer deporte… ¡y hacer un picnic!
Para seguir con el tema, ¿por qué no almorzar en Ma biche sur le Toit, en lo alto de las Galerías Lafayette?
Saint-Félix, Montjoire, laderas de Hauts-Tolosans
Entre las laderas del Lauragais y del Girou, dos pueblos encaramados en sus colinas merecen una visita. En primer lugar, Saint-Félix-Lauragais, con su innegable encanto, ofrece una vista que se extiende desde la Montaña Negra hasta los Pirineos.
Un poco más al noreste, desde el pueblo de Montjoire, descubrimos una vista de 360° sobre el valle del Tarn. Seguimos el sendero y disfrutamos de las vistas.
La carretera de la cresta de Puysségur a Cox es el punto más alto de las colinas del país de los Hauts-Tolosans que se extiende hacia el Gers. La carretera es tan hermosa en verano, cuando las laderas se adornan con el amarillo de los campos de girasoles hasta donde alcanza la vista. Y siempre la línea de los Pirineos visible en la distancia con buen tiempo.
Aurignac, Saint-Gaudens
Más al sur, Aurignac es el pueblo imprescindible de estas laderas de Gascuña. Los vestigios del rico pasado medieval de la pequeña ciudad en su espolón son todavía claramente visibles. Subimos hasta el castillo encaramado en lo alto del pueblo, y en la cima de la mazmorra se descubre una impresionante vista de la llanura de Comminges y los Pirineos.
Cuanto más al sur, más se acercan los picos. En Saint–Gaudens, podrá disfrutar de la vista desde el bulevar de los Pirineos con la Cagire y el Pic du Midi a la vista. La carretera que atraviesa las Serres por encima de Saint-Gaudens también ofrece hermosas vistas del macizo. En la subida al puerto de Ares, una mesa de orientación nos permite divisar los picos circundantes.
¡Vista sobre las cumbres !
No hace falta ser un gran deportista para disfrutar de una gran vista en las altas cumbres pirenaicas. Desde la estación de Superbagnères, caminamos 500 metros sin ninguna dificultad para llegar a la cresta. Aneto, Maladeta, Spijeoles, Crabioules, Lézat, Quayrat… estas cumbres a más de 3.000 metros parecen tan cercanas que casi se podrían tocar con el dedo.
