Sus callejones, el Garona…
Por la emoción y la magia del lugar, hay que pasear al menos una vez en la vida por las calles medievales y por los muelles del Garona. Sólo así se puede absorber la característica dulzura latina de la vida. El mismo que Claude Nougaro, el chico local, celebraba con sus rimas. También es apreciado por sus herederos musicales y literarios…
Toulouse es una ciudad rosa, con la gracia de la luz en sus muros de ladrillo rosa al amanecer o al atardecer cuando la gente está tomando una copa, y debe ser vista como un lugar de placer para los sentidos y las papilas gustativas.
La buena vida
Los sabores y especialidades locales de la zona harán las delicias de más de un paladar: su famosa salchicha, su célebre cassoulet, sus dulces de violeta o sus vinos de frontón.
En cuanto a los amantes de las compras, pueden darse el gusto de mirar escaparates en la calle Alsace-Lorraine y las calles adyacentes, pero también en el barrio de Saint-Etienne.
Toulouse es definitivamente una ciudad humana y agradable para vivir.
Toulouse, la pasión por el rugby
El «Rugby Capitole»
Para empaparse de este espíritu, de este ambiente tolosano, no olvide programar un partido de rugby.
Y por qué no en el Stade Toulousain, el club más exitoso del rugby europeo.
Diríjase al estadio Ernest Wallon (los días de partido hay lanzaderas), donde descubrirá el ambiente cálido y festivo del suroeste.
